martes, 3 de febrero de 2009

Gioconda Carralero Dominicis
Camina sobre una alfombra tejida con hilos de fantasía donde el diseño es, con frecuencia, incomprensible, con la misma indiferencia y temeridad que un fakir sobre clavos afilados o carbones ardientes, con la indolencia de un suicida por un campo minado de explosivos. Habla en un idioma secreto con el viento, las palmeras, los caracoles de las playas y el fuego en el que quema a medianoche palos de sándalo e incienso, invocando a las deidades de todos los panteones y creencias, recitando jaculatorias, letanías, ensalmos y oraciones con la certeza de que es escuchada, aunque no sepamos por quién.
Alberto Lauro Pino.

4 comentarios:

  1. Hola, Maga:
    muy bonito tu blog. Lo que dice Alberticvo me encantó.

    El duende Lemis

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  2. Gracias: Albertico así es. Se le echa de menos y pensar que ya hace quince años que no lo veo, pero recuerdo sus cuentos, sus noches mágicas, su mochila llena de bolsas de te, de distintos sabores. Cuando me llamba desde la cisterna a las tres de la madrugada, luego de deambular por la ciudad,- así lo recuerdo-un día lo veremos.

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  3. Estimada Gioconda,
    Tus “Cartas a Daniel” ha sido uno de los textos más hermosos y desgarrador que he leído en mi vida. Había momento que no podía seguir leyendo porque las lágrimas no me lo permitían.
    Me veía a mí mismo reflejado en cada palabra que leía pues viví en Cuba una infancia muy feliz en la finca de mis abuelos en San José de las Lajas en La Habana. Vivo hace muchos años en el exilio, pero Cuba no me deja ni un instante ser feliz porque yo le veo sufrir y no hago nada...

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  4. Gracias a todos los amigos, por visitar mi blogs....me encontraba ausente porque había perdido la manera de visitarlo. Aquí estoy de nuevo.
    Los amo. gioconda.

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