miércoles, 15 de septiembre de 2010
Bajo su propia luna
Un mundo de amor y de recuerdos se va tejiendo suave sobre las líneas de esta Luna de otoño, proyectando una luz que se mece entre el aroma silvestre del lejano campo y las olas azules del espumoso mar. Bajo esa luz iremos recorriendo la vida de Gioconda, autora del presente libro.
Escaparemos de una isla para adentrarnos por calles que marcan historias diferentes, paisajes que se irán calando poco a poco para convertirse en el presente, desde donde se evoca a un pasado. Iremos moviéndonos con el ritmo de un clima ajeno y diferente, donde el sol, la lluvia y la luna de otoño serán testigos de la vida de esta poeta innata y de otros personajes que se suman a la saga de esta novela en prosa.
Esta autora cubana va olvidando su piel en el recorrido de sus días, surgiendo desde aquella infancia añorada y feliz, hasta el presente que se aferra como leal carcelero a los recuerdos vividos. No olvida ni un detalle de aquellos, que con sabios pinceles ha ido dibujando en el gran lienzo de su historia, y junto a él, sumará en los tonos sepia de un otoño profundo, vivencias de amor y desarraigos.
Luna de otoño es cruzar puentes y fronteras, con la investidura de una delicada poesía que marca la diferencia; es tener frente a frente al propio tiempo como testigo, ese tiempo implacable que no perdona y que siembra la impronta de la ausencia, como la de una madre, a la que no podemos regresar y quedamos de por siempre con esa deuda pendiente, como nos señala la autora en un pasaje de estas páginas:
Otra vez llegué tarde a la cita con mi madre, y no pude darle el beso que deseaba, llevé mi mano derecha a mis labios, besé mis dedos y los deposité, sobre la lápida que cubre el sitio en donde se encuentra. Hablé con ella en silencio.
Gioconda salta las barreras de cualquier idioma para mostrarse transparente como la propia luna, apenas con un tenue reflejo bajo sus pies, para saber que al menos hay algo que la sostiene en este mundo de fantasía virtual, donde sólo el alma es capaz de sobreponerse cuando somos capaces de alimentarla con recuerdos.
Es un privilegio para mí haber entrado en esta intimidad marcada por la noche, y rebuscar en las profundidades de una mujer expuesta a las luces de su propia luna.
PEDRO PABLO PÉREZ SANTIESTEBAN
Editorial Voces de Hoy
Un mundo de amor y de recuerdos se va tejiendo suave sobre las líneas de esta Luna de otoño, proyectando una luz que se mece entre el aroma silvestre del lejano campo y las olas azules del espumoso mar. Bajo esa luz iremos recorriendo la vida de Gioconda, autora del presente libro.
Escaparemos de una isla para adentrarnos por calles que marcan historias diferentes, paisajes que se irán calando poco a poco para convertirse en el presente, desde donde se evoca a un pasado. Iremos moviéndonos con el ritmo de un clima ajeno y diferente, donde el sol, la lluvia y la luna de otoño serán testigos de la vida de esta poeta innata y de otros personajes que se suman a la saga de esta novela en prosa.
Esta autora cubana va olvidando su piel en el recorrido de sus días, surgiendo desde aquella infancia añorada y feliz, hasta el presente que se aferra como leal carcelero a los recuerdos vividos. No olvida ni un detalle de aquellos, que con sabios pinceles ha ido dibujando en el gran lienzo de su historia, y junto a él, sumará en los tonos sepia de un otoño profundo, vivencias de amor y desarraigos.
Luna de otoño es cruzar puentes y fronteras, con la investidura de una delicada poesía que marca la diferencia; es tener frente a frente al propio tiempo como testigo, ese tiempo implacable que no perdona y que siembra la impronta de la ausencia, como la de una madre, a la que no podemos regresar y quedamos de por siempre con esa deuda pendiente, como nos señala la autora en un pasaje de estas páginas:
Otra vez llegué tarde a la cita con mi madre, y no pude darle el beso que deseaba, llevé mi mano derecha a mis labios, besé mis dedos y los deposité, sobre la lápida que cubre el sitio en donde se encuentra. Hablé con ella en silencio.
Gioconda salta las barreras de cualquier idioma para mostrarse transparente como la propia luna, apenas con un tenue reflejo bajo sus pies, para saber que al menos hay algo que la sostiene en este mundo de fantasía virtual, donde sólo el alma es capaz de sobreponerse cuando somos capaces de alimentarla con recuerdos.
Es un privilegio para mí haber entrado en esta intimidad marcada por la noche, y rebuscar en las profundidades de una mujer expuesta a las luces de su propia luna.
PEDRO PABLO PÉREZ SANTIESTEBAN
Editorial Voces de Hoy
GIOCONDA CARRALERO DOMINICIS.NACIONALIDAD: CUBANA-MEXICANA.
ESTUDIOS REALIZADOS:
MAGISTERIO- LITERATURA Y ESPAÑOL
HOLGUIN, CUBA.
SECRETARIADO.
HOLGUÍN, CUBA.
GUIONISTA PARA LA RADIO Y LA TELEVISIÓN.
HOLGUÍN, CUBA.
NOVELA CORTA, “CARTAS A DANIEL”. EDITORIAL JOSÉ MARÍA HEREDIA, MÉXICO DF.
NOVELA CORTA: “SEXO, MUERTE Y ESTRELLAS”, EDITORIAL VUELO
LIBRE, MERIDA YUCATÁN.
NOVELA: “ATARDECER EN CUBA”, EDITORIAL EDAMEX, LIBROS PARA TODOS, MÉXICO DF.
PUBLICACIONES EN REVISTAS: “EL ESPEJO DEL PERRO”, MINISTERIO DE LA EDUCACIÓN, MADRID ESPAÑA.
PUBLICACIONES EN SITIO WEB: WWW.LETRALIA. COM
PUBLICACIONES EN SITIO WEB: WWW.VOCES DE HOY.COM
EN EDICIÓN NOVELA “LUNA DE OTOÑO “. EDITORIAL VOCES DE HOY, FLORIDA. USA.
TERMINADO. POEMARIO. “RITUALES”.
COMENTARIOS CRITICOS:
Lo cierto es que, a pesar de la tragedia y las pesadillas, los libros como el de Gioconda Carralero Dominicis seguirán siendo el pretexto para que una horda de locos, en la cual me incluyo, sigamos ocupándonos de creer en las utopías aunque en ese sueño se nos vaya, muchas veces, la fe o incluso, la vida. Esas utopías en las que seguiremos, como Gioconda sabiamente dice, “amando y peleando, creciendo y, quizás, floreciendo “, aunque a veces nos parezca que los esfuerzos son vanos y que ya no podemos creer en nada. Gioconda misma nos da la llave de su utopía personal: “enseñar el amor y el respeto al hombre”, Propuesta que no es ningún secreto de estado, ya Benito Juárez lo proponía hace más de doscientos años: Entre los individuos como entre las naciones,” el respeto al derecho ajeno es es la paz.
Lic. Angelica Garcia Santaoloya.
Gioconda Carralero Dominicis.
Maneja admirablemente el oficio más difícil que existe: la complicada tarea de utilizar la palabra como materia prima. Y con tan abundante materia prima, construye universos magníficos y alucinantes, crea cataratas de estrellas, describe paisajes poblados de pupilas femeninas y precipicios donde llueven y se pierden los anhelos de los hombres.
La novela Atardecer en Cuba es un mundo fascinante lleno de nostalgia y un grito de esperanzas que captaran las personas sensibles.
Gracias Gioconda por haber escrito esta preciosa novela.
Lic. Octavio Colmenares Vargas.
Crítico Literario.
Silvestre, pura, inocente y agreste es la palabra de Gioconda Carralero Dominicis en sus relatos sin grandes pretensiones ni desmedidas expectativas de connotada literata. Es la suya sencillamente una voz natural, fresca, de sentimientos cristalinos, semejante a un tranquilo regazo que fluye en la inescrutable soledad del monte.
Así es la prosa de esta mujer errante, siempre como Beaudalaire rodeada de gatos que saltan, vuelan y revolotean junto a ella sin que se inmute.
Por eso leyendo sus relatos que son de la misma manera evocaciones, he recordado a un verso de Borges que define su intención artística: “¿Qué importa el tiempo sucesivo si en él hubo una plenitud, un éxtasis?"
Alberto Lauro Pino.
Poeta, Escritor, Periodista. Crítico de Arte.
Gioconda Carralero Dominicis, tiene la inocencia inmune de quienes han vivido mucho y con la intensidad de sus pasiones más puras.
Ha conquistado el alma de muchos amigos intelectuales, a quienes pródiga su gracia, sus tés del atardecer y sus anécdotas holguineras.
Salvador Lemis Pérez Franco.
Dramuturgo, Director, Escritor y Crítico de Arte.
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